Italia 90 o el inicio de una pasión
Puede que el primer recuerdo que tenga sobre fútbol sea el Mundial de Italia 90. Tenía 8 años y viví con mucho interés la ilusión que despertaba la celebración de este campeonato en mi padre y en mi hermano. Con apenas 4 años no fui consciente de México 86 y mucho menos del Mundial de España 82 así que Italia 90 era mi primera gran cita futbolística.
España fue eliminada por la extinta Yugoslavia, un gol de falta de Stojkovic nos apeó del campeonato en un partido lleno de ocasiones que la selección española no supo aprovechar. Aquel fue el mundial de los leones indomables de Camerún, con Roger Milla y Omán Biyik, la Costa Rica de Luis Gabelo Conejo y la aparición de Toto Squilacci, desconocido entonces para el gran público, que se convertiría en el máximo goleador de aquella cita futbolística.
Pero sobre todo fue el mundial de Alemania, a la postre campeona, con un grupo en el que destacaban jugadores como Andreas Brehme, Lothar Matthaus o Jurgen Klinsmann, y que se impuso a la Argentina de Maradona, Ruggeri o Burruchaga. Aquella Alemania desarrollaba un 5-3-2 que imponía toda su fortaleza defensiva en Jurgen Kholer, Klaus Augenthaler y Guido Buchwald, más los dos laterales que también empezaban a asumir un peso ofensivo en esa demarcación que parece inventada hoy en día con el término "carrilero". Por entonces, Andreas Brehme ya llegaba hasta la línea de fondo y asistía con centros precisos, creo que fue el primer defensa con una depurada técnica que conocí, suyo fue el gol de penalty que le dio el campeonato a los alemanes. En el centro del campo destacaba un gran Lothar Matthaus, quien desde aquel Mundial se convirtió en uno de mis ídolos futbolísticos y acabó siendo el máximo goleador de su selección. Lo acompañaban en el centro del campo los talentosos Thomas Hassler y Pierre Littbarski. Arriba una dupla perfecta, Rudi Voller y Jurgen Klinsmann se compenetraban a la perfección, Klinsmann como 9 más estático y Voller mucho más móvil, cayendo a bandas y participando mucho más en el juego.
Italia, como organizador, partía como favorito. Basaba su potencial en una portería cubierta por Walter Zenga y una defensa en la que Franco Baresi ejercía de líder y un joven Maldini empezaba a despuntar en la banda izquierda. Carlo Ancelotti dominaba el centro del campo mientras la delantera era para otro joven, Roberto Baggio, y el ya mencionado Squilacci. Sin embargo no pudo acceder a la final tras perder en los penaltis con Argentina.
También fue el Mundial que dio a conocer a la Colombia de Pacho Maturana, con René Higuita y Carlos Valderrama entre otros, o al checo Thomas Skurahvy.
De aquel campeonato recuerdo el primer álbum de Panini que pude coleccionar y del que aún conservo algunos cromos.
El primer amor siempre tiene un aura de imborrable. También el primer recuerdo futbolístico nos acompaña a quienes hemos vivido el fútbol como una pasión a lo largo de nuestra vida.
Pero sobre todo fue el mundial de Alemania, a la postre campeona, con un grupo en el que destacaban jugadores como Andreas Brehme, Lothar Matthaus o Jurgen Klinsmann, y que se impuso a la Argentina de Maradona, Ruggeri o Burruchaga. Aquella Alemania desarrollaba un 5-3-2 que imponía toda su fortaleza defensiva en Jurgen Kholer, Klaus Augenthaler y Guido Buchwald, más los dos laterales que también empezaban a asumir un peso ofensivo en esa demarcación que parece inventada hoy en día con el término "carrilero". Por entonces, Andreas Brehme ya llegaba hasta la línea de fondo y asistía con centros precisos, creo que fue el primer defensa con una depurada técnica que conocí, suyo fue el gol de penalty que le dio el campeonato a los alemanes. En el centro del campo destacaba un gran Lothar Matthaus, quien desde aquel Mundial se convirtió en uno de mis ídolos futbolísticos y acabó siendo el máximo goleador de su selección. Lo acompañaban en el centro del campo los talentosos Thomas Hassler y Pierre Littbarski. Arriba una dupla perfecta, Rudi Voller y Jurgen Klinsmann se compenetraban a la perfección, Klinsmann como 9 más estático y Voller mucho más móvil, cayendo a bandas y participando mucho más en el juego.
Italia, como organizador, partía como favorito. Basaba su potencial en una portería cubierta por Walter Zenga y una defensa en la que Franco Baresi ejercía de líder y un joven Maldini empezaba a despuntar en la banda izquierda. Carlo Ancelotti dominaba el centro del campo mientras la delantera era para otro joven, Roberto Baggio, y el ya mencionado Squilacci. Sin embargo no pudo acceder a la final tras perder en los penaltis con Argentina.
También fue el Mundial que dio a conocer a la Colombia de Pacho Maturana, con René Higuita y Carlos Valderrama entre otros, o al checo Thomas Skurahvy.
De aquel campeonato recuerdo el primer álbum de Panini que pude coleccionar y del que aún conservo algunos cromos.
El primer amor siempre tiene un aura de imborrable. También el primer recuerdo futbolístico nos acompaña a quienes hemos vivido el fútbol como una pasión a lo largo de nuestra vida.
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